El uniforme escolar como importante forma de ingresos
Es sabido que 2020 ha sido un año muy duro para los centros escolares concertados y privados. La reducción de ingresos habituales como comedor o extraescolares ha provocado que las cuentas se hayan visto duramente mermadas. Son tiempos de resguardarse de la lluvia y sobrevivir.
Parece que el curso que comienza en 2021 será mejor. A la fecha en que escribimos este artículo los casos ya están por debajo de 100 cada 100.000 habitantes y los centros escolares se plantean casi un escenario de normalidad para el próximo curso. Esto debería suponer una vuelta a obtener mayores recursos económicos como un incremento en las inscripciones en extraescolares o asistentes al comedor.
Puede ser también un año de orientación y planificación a medio plazo económicamente para los centros. Se cierra un ciclo y se abre otro. En este sentido valorar qué papel juega el uniforme escolar en nuestra cuenta de pérdidas y ganancias puede ser clave. Para ello debemos hacer un estudio económico con varias preguntas a tener en cuenta:
En la experiencia de Vamos al colegio cada una de las alternativas tienen sus ventajas e inconvenientes, pero, lo que sí es importante es que el centro sea consciente del potencial de ingresos que el uniforme escolar puede suponer y manejarlos como un activo económico más. ¿Se está sacando el máximo rendimiento de esta partida presupuestaria? ¿Prestamos la suficiente atención a una fuente tan potente de ingresos?
En este sentido en Vamos al colegio podemos dar un asesoramiento al centro en el trato financiero del uniforme y su impacto en las cuentas. Igualmente trabajamos mucho desde la perspectiva de marca, porque en nuestra experiencia, cuanto más bonito y de calidad es un uniforme, mejor se vende y por tanto más ingresos obtienen los centros. Hay que diseñar para los alumnos, para las redes sociales, para las fotos. Pero... esto lo contaremos en otro artículo, 😊